Tener un mayor número de empresas formales no solo implica más negocios operando dentro del marco legal, sino también más empleo, mayor recaudación y mejores condiciones para el desarrollo económico. En este contexto, Arequipa mostró un desempeño destacado en el primer trimestre de 2025, al registrar 5,265 nuevas altas de empresas formales; esta cifra representa un crecimiento de 30 % respecto a 2024, lo que evidencia un fortalecimiento progresivo de la actividad empresarial en la región. Este aumento estuvo fuertemente impulsado por el notable incremento de 38 % en la creación de sociedades anónimas y un aumento de 27 % en las personas naturales en comparación con el primer trimestre de 2024, reflejando una mayor apuesta tanto por estructuras empresariales consolidadas como por el emprendimiento individual.

Respecto a la composición de las nuevas empresas dadas de alta en el primer trimestre de 2025, esta no presenta cambios significativos respecto al mismo periodo de 2024. Las personas naturales continúan liderando con el 58.8 % del total, seguidas por las sociedades anónimas con el 16.9 % y otras formas jurídicas que representaron el 24.3 %. Esta distribución confirma que, si bien predominan los pequeños negocios individuales, también se mantiene una presencia relevante de empresas con estructuras más complejas, lo que permite una mayor diversificación del tejido empresarial y un impacto más amplio en el desarrollo económico regional.

Asimismo, el número de empresas formales dadas de baja en Arequipa registró un fuerte aumento en el primer trimestre de 2025, alcanzando las 13,615, una cifra significativamente mayor en comparación con las 581 registradas en el mismo periodo de 2024 y las 555 en 2023. Este incremento abrupto se explica principalmente por la decisión de la SUNAT (entidad tributaria encargada del registro administrativo base) de incluir al Régimen MYPE Tributario en el proceso de bajas de oficio, lo cual amplió considerablemente el universo de empresas sujetas a depuración.

En cuanto a la distribución de estas bajas en el primer trimestre de 2025, las personas naturales representaron el 29.7 % del total, seguidas por las sociedades anónimas con el 25.5 %, mientras que otras formas jurídicas concentraron el 44.8 %. Esta composición no varía sustancialmente respecto al patrón del año anterior, manteniéndose las personas naturales como el grupo con mayor número de cancelaciones. Sin embargo, la elevada participación de entidades clasificadas como “otros” refleja que el proceso de depuración afectó de manera transversal a distintas estructuras empresariales, incluyendo microempresas y otros regímenes especiales, lo cual podría tener efectos en la dinámica del tejido productivo formal si no se acompaña de medidas de reactivación y sostenibilidad.