Como consecuencias de la pandemia ocasionada por el COVID-19, se han incluido diferentes medidas, incluyendo la que afectan a los lugares de trabajo, para luchar contra la propagación de la enfermedad. El mundo laboral se ha visto muy afectado durante la crisis, por lo que todos deben actuar para proteger a los trabajadores, las familias y la sociedad.

Gracias al distanciamiento social se ha conseguido reducir los índices de transmisión de la COVID-19, por lo que gradualmente se irá autorizando que se retome la actividad laboral. El proceso se lleva a cabo por pasos.

Independientemente de cómo y en qué medida se retomen las actividades laborales, es muy posible que algunas medidas se mantengan durante un tiempo para evitar que se incrementen los índices de infección.
También es posible que un aumento de las infecciones en algún punto del futuro requiere que se reintroduzcan medidas restrictivas en algunos casos. La crisis del COVID-19 somete a presión a los empresarios ya los trabajadores, que han tenido que aplicar nuevos procedimiento y prácticas en muy poco tiempo o suspender el trabajo y las actividades empresarias.
Las medidas de seguridad y salud en el trabajo aportan un apoyo a la vuelta al lugar de trabajo. Por lo que se deberá contar con medias preventivas adecuada que ayuden a volver al trabajo de forma segura y saludable después de la relajación de las medidas de distanciamiento social y también contribuyen a contener la transmisión del COVID-19.

Actualización de la evaluación de riesgos y la toma de medidas

Es necesario realizar una identificación y evaluación de riesgos en los entornos de trabajo físicos y físico-sociales siendo el punto de partida para gestionar la seguridad y salud en el trabajo bajo las medidas contra el COVID-19. Las organizaciones se encuentran obligadas a revisar la evaluación de riegos que tengan cuando se produce un cambio en el proceso de trabajo y tener en cuenta todos los riesgos, incluyendo los que afectan a la salud mental. Cuando se revise le evaluación de riesgos, debe fijarse en cualquier anomalía o situación que genere algún problema y la manera en al que se puede ayudar a la empresa para que sea mucho más resiliente a largo plazo. Es muy importante contar con la participación e los trabajadores y de los representantes durante la revisión de la evaluación de riegos y consultar al especialista en prevención de riesgos. Para llevar a cabo una evaluación, es necesario obtener información autorizada de las autoridades públicas sobre la prevalencia del COVID-19. Cuando se haya actualizado la evaluación de riesgos, el siguiente paso será la de realizar un plan de acción con las medidas adecuadas.
Queremos exponer diferentes ejemplos de cuestiones que se relacionan con el COVID-19 que deben tenerse en cuenta al elaborar este plan de acción.

Minimizar la exposición en el trabajo

Aplicar prácticas seguras en el trabajo limitarán la exposición al COVID-19 en el trabajo, por lo que se requiere realizar una evaluación de riesgos y aplicar la jerarquía de los controles.

Se deberán aplicar medidas de control con las que eliminar el riesgo, y si es posible minimizar la exposición de los trabajadores. Debe comenzar con las medidas colectivas, y si fuera necesario, complementarlas con las medidas individuales, como los equipos de protección individual.

Se facilitan algunos ejemplos de medidas de control, no obstante, no todas se aplicarán a todos los lugares de trabajo o empleaos debido a su naturaleza.

Fuente: www.nueva-iso-45001.com/2020/07/covid-como-volver-al-trabajo-de-forma-segura/?fbclid=IwAR0rbJn9XelKEuoF7Sdxo--3JVDiRhUWarKGCYZIMYRNuV-7_tVQ9beMw0I